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9 de mayo, 2008
Víctor Ancalaf: "Nuestros jóvenes deben prepararse bien, como Leftraru"
Por Avkin Pivke Mapu
Fuente: argentina.indymedia.org-Pueblos Originarios
El werken Víctor Ancalaf Llaupe es uno de los referentes más destacados del Movimiento Mapuche en Gulumapu. Participó activamente de las movilizaciones que tuvieron lugar a fines de los ’90 contra las forestales y la construcción de la represa Ralco sobre en el Alto Bío Bío. Por su acción y convicción el Estado chileno le aplicó leyes antiterroristas y lo condenó a 5 años de prisión..

Victor Ancalaf

WALLMAPU / El werken Víctor Ancalaf Llaupe es uno de los referentes más destacados del Movimiento Mapuche en Gulumapu. Participó activamente de las movilizaciones que tuvieron lugar a fines de los ’90 contra las forestales y la construcción de la represa Ralco sobre en el Alto Bío Bío. Por su acción y convicción el Estado chileno le aplicó leyes antiterroristas y lo condenó a 5 años de prisión, recuperando el 2007 su libertad. En esta entrevista revisa las razones de su encarcelamiento, las demandas que originaron las protestas Mapuche y las causas por las cuales los sucesivos gobiernos chilenos esgrimen normativa "antiterrorista".

Victor Ancalaf (VA): Soy de origen Lafkenche, nací en Nehuentué en el año ‘62, tengo 45 años. En el año ’60, del maremoto, mi familia que vivía en Nehuentué quedó sin tierra, esas tierras quedaron bajo agua. Nosotros en el año ‘66 tuvimos que salir de la zona a una comuna que se llama Curacautín, cerca de la cordillera, cerca de Lonquimay, fuimos desplazados por el Estado y quedamos sin territorio, sin tierra. A raíz de eso es que la lucha nace con el objeto de recuperar nuestros derechos políticos territoriales y nace también con la idea de ver de qué manera podíamos movilizarnos para recuperar nuestras tierras.

¿En qué año lo encarcelan y por qué razón?

A mi me tocó un poco liderar la situación del movimiento desde el año ’99, y tiene que ver con una opción netamente de voluntad propia, de convicción política, ideológica, en la que nosotros veíamos, como dirigentes Mapuche, la imperiosa necesidad de recuperar nuestros territorios. Y fui perseguido, encarcelado también, por reclamar nuestros derechos políticos territoriales. Fui condenado en primera instancia por la toma del Tribunal de Justicia de Collipulli a cinco meses de cárcel, después fui condenado por hurto de madera, en la cual nosotros recuperamos un predio que está en manos de la Forestal Mininco. Luego fui acusado del “secuestro” de un ministro en la toma del Tribunal de Collipulli, condenado a 3 años y un día. Posteriormente fui condenado por la Ley Antiterrorista, la 18.314, que sanciona “conductas terroristas” acá en Chile, en donde también fui condenado a 10 años en primera instancia, después en instancia de apelación fue rebajada la condena a 5 años. Eso fue un poco la situación procesal y judicial en torno a mi encarcelamiento en la ciudad de Concepción, en la cárcel de alta seguridad, en El Manzano.

¿Por qué dice que fue una necesidad recuperar tierras?

Fue una necesidad porque nosotros nos quedamos sin tierras y porque también creo que cualquier Mapuche consciente de la situación que se encuentra nuestro Pueblo Originario, lo mínimo que puede hacer es luchar por lo que los Estados nos han quitado. En este caso el Estado chileno ha usurpado nuestro territorio y a raíz de eso que mucha gente de nuestro pueblo se encuentra cesante (desocupada), se encuentra pobre, se encuentra sin un pedazo de tierra donde vivir, donde criar su familia, o sea, en este caso, sus hijos, su mujer, y donde tener sus cosas.

Con relación a lo que contaba, para que la gente conozca mejor ¿Acá en Chile hay leyes que garanticen derechos al Pueblo Mapuche, o eso no está contemplado dentro de las políticas del Estado?

Mirado desde ese de punto vista legal yo creo que aquí no hay ninguna ley que garantice la estabilidad social, política, económica de nuestra gente. Yo creo que las movilizaciones, la lucha de nuestra gente, de las comunidades que están en el Territorio Mapuche, creo que eso es lo que a nosotros nos avala, nos consolida como nuestra carta de presentación de nuestros problemas, y que la dignidad de nuestro pueblo se sitúa al calor de la lucha, se sitúa a través de la claridad política y de la conducción en que nuestros hermanos afronten la problemática Mapuche de una perspectiva de pueblo y como nación Mapuche. Yo creo que eso es lo que la gente en su conjunto debiera estar retomando.

Estas movilizaciones entorno a recuperar la tierra y recuperar todo lo que concierne a los derechos políticos, también como pueblo, yo creo que eso es lo fundamental, y teniendo claro el presente. La gente tiene que tener consecuencia política, claridad en términos de conducción, qué es lo que queremos como pueblo en torno a desarrollo, en torno a la cultura, en torno a todo lo que concierne el Mundo Mapuche en general.

Peñi, ¿por qué los Mapuche encarcelados son Presos Políticos?

Nosotros le damos el estatus de Presos Políticos partiendo de la base que esta es una situación política en la cual nuestros hermanos han sido encarcelados. Creo que a raíz de que el Estado, valga la redundancia, ha usurpado nuestro territorio, entonces nosotros no podemos caer en el juego de decir que estos son presos comunes. Porque la gente que está hoy día condenada a 10 años, procesada y condenada por la Ley Antiterrorista, está por una situación netamente política, no está por otros delitos. O sea, no hay un delito en particular que no sea la reivindicación del Territorio Mapuche.

¿Y cuál es el análisis que hacen ustedes de por qué el Estado ha aplicado la Ley Antiterrorista solamente al Pueblo Mapuche?

Yo creo que más allá de discriminar, de reprimir, tiene un objetivo estratégico en torno a asustar a la gente para que no se movilice. Yo creo que está diciendo una clara advertencia: “La gente que se está movilizando va a ser castigada con duras sanciones porque se está saliendo del marco legal para ingresar a la propiedad privada”, en este caso, de los terratenientes, que son los latifundistas, las forestales. Entonces dice: “Cuidado con lo que está haciendo esta gente porque va a hacer reprimida en términos jurídicos. Para eso vamos a aplicar la Ley Antiterrorista, para que esta gente no se movilice más”. Yo creo que dentro del análisis, es un susto que están metiendo, por esa razón yo creo que ha aplicado la Ley Antiterrorista, porque aquí ninguno de esos casos se justifica una aplicación de una ley tan compleja y delicada como es la Ley Antiterrorista. O sea, igual yo creo que hubo una desproporción con el Estado en aplicar esta ley.

En este último tiempo se está rumoreando que es probable que apruebe el convenio 169 de la OIT. ¿Cree que Chile va a ratificar ese convenio? ¿La ratificación de ese convenio cambiaría la situación del Pueblo Mapuche? [La entrevista fue realizada antes del tratamiento parlamentario de esa norma.]

Yo creo que la situación de la ratificación del Convenio 169 no es una cuestión relevante acá en Chile puesto que mucha de la gente, yo veo, no tiene grandes expectativas. Yo creo que nuestra gente, con la que igual estamos trabajando en las movilizaciones, está apelando más a las movilizaciones, a la claridad política con que se plantea la problemática del pueblo, pero no entorno a un convenio que no dice mucho. Porque obviamente sabemos que la Ley Indígena [19.253] en uno de sus artículos dice: “fomento, protección y desarrollo hacia los pueblos indígenas”.Y resulta que esta ley no ha dado ninguna garantía de que los megaproyectos que están implantados en la zona, en territorio mapuche...no ha servido de nada en la práctica.

Eso con el gobierno de Eduardo Frei [1994/2000], con el gobierno de Ricardo Lagos [2000/2006], quedó claramente demostrado, que la ley que habla de la protección hacia los pueblos indígenas no tuvo ningún peso. Más peso tuvo la cuestión de la Ley Eléctrica, que sobrepasó a esta Ley Indígena. Por lo tanto el análisis que nosotros hacemos, la gente que está movilizada en este momento, es que esta ley, este convenio, no significa mayormente nada para nosotros. Yo creo que pasaría una cosa muy similar con lo que pasó con la Ley Indígena acá en Chile.

Entonces, desde ese punto de vista, nosotros pensamos que no nos importa mucho que si se reconoce o no, se diga: “ustedes de aquí para adelante ahora son mapuche”. Creo que eso también hay que hacerle entender a la gente, que es un mero aparataje de parte del Estado chileno, y del gobierno de la Concertación en particular, en fomentar que aquí hay que reconocer a los mapuche, y cuando al rigor de la ley no se dice mucho con respecto a la protección de las tierras, a la protección del recurso hídrico y a lo que tiene que ver con el fomento y el desarrollo de nuestro pueblo.

Sin embargo igual sabemos que llevamos tres períodos de la Concertación, del Gobierno de la Concertación, y la gente sigue en situación de pobreza igual, siguen los derechos de nuestro pueblo mapuche siendo negados. La situación de los estudiantes, por ejemplo, es un caso muy particular, donde muchos hermanos tienen que hacer esfuerzos tremendos para poder seguir estudiando, preparándose. Y por decirlo también la gente que vive en la comunidad no vive más que de una actividad rudimentaria que le permite una cuestión de subsistencia más que de una actividad comercial netamente.

Entonces, por esa razón, nosotros conociendo la situación de cerca, porque nosotros vivimos en el campo, producimos el campo, vivimos de lo que nosotros producimos y sabemos cuánto cuesta criar un pollo, cuánto cuesta criar un ternero, un cordero, sabemos lo que significa sembrar la papa o el trigo y cuánto es lo que vale también. Entonces por eso también nosotros pensamos que hoy día en la práctica el Pueblo Mapuche tiene alrededor de 3,5 hectáreas por familia. Yo creo que esa es una cantidad sumamente pequeña para que una familia común y corriente pueda vivir holgadamente y entregarle educación y salud a su familia.

Peñi, de la lucha del Pueblo Mapuche contra las represas en el Bío Bío, ¿qué nos puede decir?

Yo creo que igual fue un trabajo muy planificado, un trabajo muy finito por parte de Endesa-España en conjunto, en este caso, con activistas ambientalistas y también, por otro lado, por el pacto del gobierno, que es el responsable principal de la construcción de la central hidroeléctrica Ralco. En donde esa central fue construida a pesar de todas las consideraciones que se hicieron, de todas las recomendaciones, igual fue construida, fue cortado este río y almacenado en un enorme lago de alrededor de 15 km. Yo creo que igual fue nefasto para el medio ambiente y más aún para los Pehuenche que fueron engañados, sacados de sus tierras a un lugar totalmente inhóspito, donde prácticamente casi no hay pasto. Sumado a eso las condiciones de vida en que viven sin comunicación, sin locomoción, sin atención médica; eso por decirlo de alguna manera.

Y creo que también los Pehuenche, en particular, los hermanos del Alto Bío Bío, tuvieron gran parte de la responsabilidad por no tener políticamente claro qué específicamente es lo que querían, y saber reclamar sus derechos. Porque vuelvo a reiterar, acá en la zona de Malleco, Cautín y Arauco, no ha sido igual la situación. Nosotros igual hemos frenado la expansión forestal, muchos fundos han sido traspasados a las comunidades y hoy día podemos ver con mucho orgullo que la gente ha mejorado su calidad de vida en términos de producción, por ejemplo, en la siembra de trigo, la siembra de papas, en la crianza de animales, puesto que han visto expandido su territorio. Y eso creo que es una valoración enorme, porque las comunidades se las han jugado de alguna manera, han asumido costos: encarcelamiento y persecución por parte del Estado, por todo el aparato represivo, llámese tribunales, y la policía chilena.

¿Qué es lo que se aprendió y que tipo de errores no se tendrían que cometer en las próximas luchas que se van a desarrollar en Territorio Mapuche?

Yo creo que primeramente la gente tiene que estar políticamente claro, qué es lo que quiere, no permitir que cualquier persona venga y los engañe con una pastilla a los hermanos, o lo engañe con, no sé, un quintal (bolsa) de harina o una plancha (chapa) de zinc. Yo creo que eso es lo que la gente debe tener primeramente claro: “Que el valor de la tierra no tiene precio”. Porque los winka a todo le ponen precio ellos, como decía en una oportunidad la ñaña (abuela) Bertita Quintremán: “La medicina y todos mis árboles aquí no tienen precio porque el daño que han causado aquí ha sido enorme”.

Lo segundo, lo que yo veo, es que aquí un error de los hermanos es que ellos abordaron el tema indígena de una perspectiva, como un grupo de familia determinado, y no como el Pueblo Mapuche en su conjunto. Porque ellos a la hora de la negociación, negociaron solos, desconocieron todo el apoyo que se les brindó, que brindamos nosotros, como dirigentes Mapuche. No fuimos tomados en cuenta y negociaron, digamos, a su regalado gusto, y en consecuencia, fue desde el punto de vista político una muy mala negociación, puesto que igual habían condiciones para que esta central no se construyera. Y, sobre todo, que la gente no quiso asumir ningún costo en términos políticos y por eso también entró fácilmente una negociación. Asumiendo de que lo que estaban haciendo era porque igual sentían, no sé, miedo de caer en la cárcel, miedo de no negociar, porque igualmente iban a ser desalojados.

Yo creo que igual de los errores hay que ir aprendiendo, eso es lo que hoy día la gente en la zona de los Ríos, en la X Región, debe tener claro, y prepararse para que cuando lleguen estos winka a engañar puedan identificarlos fácilmente y puedan decir ‘no’ y frenar la posible construcción de estas cinco centrales hidroeléctricas que se estarían construyendo en Territorio Williche.

Sabemos que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, tomó una denuncia con relación a su caso. ¿Nos puede contar un poco sobre esta presentación?

Como decíamos anteriormente, la denuncia que se presentó frente a la Corte Interamericana de Derechos Humanos fue más que una estrategia, yo creo, que una táctica entorno a dejar un precedente de la situación de cómo se encarcelaron a los Mapuche, de cómo se persiguieron jurídicamente y policialmente a los hermanos que estamos luchando por la defensa de nuestros derechos. Pero también sin la esperanza de poder lograr mayores resultados en términos personales ni de recursos monetarios, por decirlo de alguna manera, sino con la sola intención de dejar antecedentes de que aquí hubo una aberración en cómo se aplicaron estas leyes. Creo que esta denuncia va por ahí, porque se supone que esta lucha tiene que continuar.

Creo que nosotros fuimos una parte importante, quizás, de dar un poco de impulso a esto y creo que las generaciones futuras, con una ambición más amplia, con una táctica más precisa, con más técnica, con más conocimiento, puedan dar continuidad y puedan lograr los frutos esperados. Porque si nuestros jóvenes están bien preparados en el ámbito winka, en el conocimiento, en desenmascarar toda esta maraña que tienen los winka, todas estas sucias artimañas en las que se manejan... Es bueno que los Mapuche podamos desenmascarar y saber de todos los instrumentos legales, de toda esta modernidad que habla el winka y que nosotros podamos dominar eso y que nuestros jóvenes puedan manejarse como Leftraru (Lautaro) manejó el caballo. Como él enseñó a su gente las técnicas y tácticas de pelea. Yo creo que en ese mismo contexto hoy día tenemos que apuntar, para poder dar esta pelea, que es la inteligencia contra la fuerza bruta que el Estado tiene hacia los Pueblos Originarios.

¿Usted conoce el PuelMapu?

Mire, yo a la distancia, en la Cordillera, he visto para allá, la zona, pero no he estado en territorio nunca. He llegado solamente hasta Icalma, conozco un poco la zona de Lonquimay y el Alto Bío Bío, pero el PuelMapu no he andado nunca para allá. Pero igual creo que en tiempos futuro quizás podríamos compartir un viaje. No sé pues, la experiencia de poder hablar, tratar estos temas y entregar con mucha humildad mi opinión, mi experiencia que he tenido como dirigente Mapuche y lo que significa también la responsabilidad enorme de estar acá, al frente de la movilización, y de la consecuencia que uno debe tener como dirigente Mapuche y como padre de familia.

¿Que le diría a los jóvenes Mapuche que puedan estar escuchándolo?

A nuestros jóvenes, nuestros peñi y lamien, yo primeramente los saludo desde acá, desde la distancia, y deseo de que la fuerza de Ngenechen pueda estar con ellos con salud y vida y que puedan también tener la sabiduría, la decisión concreta de poder hacer un aporte verdadero a la causa de nuestro Pueblo. Y que mínimamente nosotros, como aporte hacia la causa de nuestro Pueblo, podamos hacer algo concreto, hacer trabajo político en términos de poder tener claro nuestros derechos y tener claro también nuestra proyección como Mapuche a futuro.

¿Y a la gente mayor y a los ancianos Mapuche?

Igual, un saludo de cariño, de respeto hacia nuestros hermanos que les han tocado vivir otros tiempos, y creo que ellos también tienen mucho que aportar en términos de experiencias, en términos del conocimiento que está despertando en nuestras comunidades, en nuestros jóvenes. Y que pase lo que pase nosotros siempre vamos a seguir siendo Mapuche, vamos a seguir siendo un pueblo originario, con una cosmovisión distinta a los winka, y que esa cosmovisión, ese pensamiento, ese rakizuam, ese kimun, pueda ser traspasado a las generaciones futuras. Y eso yo creo que es lo que hoy día nuestros ancianos nos legan, entregar ese conocimiento para que la gente más joven entienda de la importancia de la valoración como Pueblo, como Mapuche y como personas.

Muchas gracias peñi por su tiempo y por esta conversa…

Bueno igual muchas gracias a ustedes por la oportunidad de poder entregar un mensaje más allá de las fronteras, igual para los Pueblos Originarios no existe frontera. Para los hermanos que viven en el PuelMapu, un saludo cariñoso para ellos. Memoria kom pu che, pu peñi, pu lamien. Chaltumay.